martes, 23 de octubre de 2007

Hipócrita: Lo siento señora

Por él, unos chibolos vestidos de escolares se trompearon con policías, los abollaron a pedradas. Por él, un grupo de profesores instigaba a sus alumnos a mecharse con los policías para no permitirle ingresar al cole. Por él, la imagen de un colegio centenario cambió, etiquetándolo como un centro donde la discordia resucitó a raíz de la pugna por la dirección del plantel.
Hace un par de días, él partió. Y aquellos que lo apedrearon al igual que los policías, ahora lo lloran, regalándose lágrimas de cocodrilo. Los instigadores ahora le rinden homenaje y saludan a los deudos. Es decir, una estupenda escenificación de hipocresia, aunque para los hipócritas no lo sea.
"Lo siento señora", se le oye decir a los hipócritas que no sintieron atrincherarse en la puerta del cole para que él no ingresara, y ladraron como perros hambrientos por servirse del bufete de huesos que sirven en el suelo que ahora cubre su ataúd.
Hoy él no está y los hipócritas se apoderarán del lugar que dejó con su partida. Posiblemente sin él, los hipócritas continúen peleándose con quien ose ocupar el podio que aducen por derecho les pertenece. Hasta pronto profe, no esperes a los hipócritas que quizás no te alcancen.

1 comentario:

Rogger Erick dijo...

Toda persona que muere es la mejor y más buena que existe en el mundo... Eso nadie lo puede cambiar