lunes, 1 de octubre de 2007

Empapados de ayer... La última carta

Te juro que el punto al final de este texto será lo ultimo que sepas de mi, aunque este muriendo por dentro… Sé que he sido un tonto y que mis indecisiones me alejan de ti. No sé si la felicidad de ¿? sea el consuelo ante nuestra infelicidad, pero lo que estoy seguro es que siempre te amare, como algún día lo juramos: hasta la luna y rebotando.
Volver a verte otra vez será bastante difícil porque veré a tus ojitos y los míos empapados en ayer, en las noches nuestras, en los besos inacabables, en un te amo que asesine. La dulzura de nuestro amor nadie lo ve, sólo nosotros lo sentimos y vemos a un montón de sueños rotos perderse entre nuestras manos.
Los días, semanas, meses y años pasarán. Y quizás cuando vuelvas a enamorarte me dirás en nuestro próximo encuentro que fui un error y que lo que sentías por mi fue producto de una confusión, que en realidad no estabas enamorada aunque ahora lo creas.
No tolero la idea que alguien mas pueda abrazarte, besarte y… Me jode que no vuelvas a perderte entre mis brazos y que tus labios jamás rozarán con los míos en un beso colmado de amor. Me muero de rabia que tu amor no sea mío pronto, que tus sueños por las noches le pertenezcan a otro, que si regreso no estarás ahí esperándome porque no es justo para ti reina mía, reina de nuestro reino.
Si creo en la existencia del amor es por ti, y si no te supe amar fue por mi estupidez e inseguridad.
Te encontré un día de verano y me enamore el día en que la vida mía se convirtió en un paraíso. Ahora este jardín se convirtió en un campo de batalla donde fallezco moribundo.
Adiós reina, hasta nunca mi amor. Te prometo que no te molestare más, que podrás ser feliz aunque yo muera.

No hay comentarios: