lunes, 24 de noviembre de 2008

eN lA CuMbRe DeL sOtAnO


No lean este post con la pena que lo escribo. No sean mis cómplices en la tristeza. No empujen los extremos de sus labios hacia la quijada. Se los ruego. Hoy, antes de escribir este texto me asome al espejo, y el hombre que me veía, lloraba. No entendía como mierda pudo ser tan huevón. Tanto así que se lo reclamó a sí mismo: "Ya déjate de cojudeces", oí que resondró.
Apenas había regresado de entrevistar a presidentes de países que no eran el suyo -quienes llegaron a una Cumbre donde hablan mucho, y se espera que actúen en el mismo nivel de amplitud- cuando el auto en el que iba chocó con una hermosa y cruel pared. Estaba realmente feliz, porque como periodista había guardado para sí episodios aleccionadores en las entrevistas con los gobernantes. Sin embargo, del otro extremo de la vía, había un muro inmenso, y hacia este condució.
Se detuvo un instante para recordarle al muro pintado de flores que lo amaba, que quería c0ntinuar trazando líneas de amor. Pero este guardó silencio, como sino tuviera corazón, pero sí lo tenía. Escondía su mirada, me tomaba la mano y la besaba, y lloraba.
Como entenderán el fin de esta historia terminó en el sótano, en la mierda de la frustración, en medio del carajo fabricado por los errores, en la chuchada de no querer pelear contra el mundo porque se cagan de miedo y no confían que el escudo de su corazón los proteja. Esta es la primera vez que escribo un culo de groserías en un post. No quiero que me disculpen. Y si los no más de diez lectores de vozdelono, deciden mudarse, me importa poco menos que un rábano. Por hoy, todos, sin excepciones, váyanse a la cdsm... Cuando me pase la rabia volveré a escribir... Hasta entonces...

miércoles, 19 de noviembre de 2008

No hay primera sin segunda...

Hoy por la noche viajo a Lima. Es la segunda vez en el año que viajo para cubrir un foro internacional. Por cierto, para quienes lo ignoran o lo han olvidado, funjo de periodista. Y es esta profesión la que me lleva a destinos distantes a la tierra donde nací y donde trabajo.
No es que sea un tipazo, o uno de esos periodistas que creen haber llegado a la cima de su carrera cuando nos resta mucho por aprender. Pero sí tengo claro que no soy un tonto, que he crecido y, que si mi editor me dijo: ¡Hey chochera, alístate que irás al APEC!, es porque algún mérito debo haber cosechado durante las cientas de jornadas sembradas haciendo prensa en una provincia lejana y próxima a la capital.
En mayo también participé, junto a una compañera de Arequipa del ALC-UE (ese post está pendiente). Ambos fuimos como apoyo a la redacción central del diario en Lima. Yessi fue elegida entre el grupo de periodistas de la filial del sur, y yo, del norte. La idea era no dejar ni un espacio vacío durante la Cumbre, pues si bien ALC-UE capturó la atención de la prensa había otros temas pendientes que no podían quedar sin abordar por la distracción natural que generó un evento internacional. Con APEC sucede lo mismo.
No puedo negar que me emociona como periodista asistir por segunda vez a una cumbre internacional. En la primera ocasión pude hablar con el presidente español Zapatero, el colombiano Álvaro Uribe y con Evo Morales de Bolivia. También entrevisté al presidente de la Comunidad Europea cuando visitó el Congreso de la República.
Ignoro cuáles serán mis comisiones durante los cuatro días que permanezca en Lima. Me sumo al equipo de chicos y chicas del área de Política, el mismo día en que empiezan a descender los mandatarios que forman parte de APEC. Uno de esos muchachones será a quien persiga, obligado a convertirme en su sombra.
Confío, porque creo en mí y en lo aprendido de mis compañeros de redacción y colegas, amigos de otros medios, que haré bien las cosas. Al menos, el objetivo primario es no hacer el ridículo, para luego dedicarme a pasarla bien y regresar con una sonrisa dibujada con un lápiz de color de APEC. Me llevo los buenos deseos de quienes me leen, me quieren y me aman. Regreso el lunes…